Aprender a Amar el Cuerpo

Melania Orozco Calvo



Amar el cuerpo puede resultar algo retador si llevas toda la vida criticándolo, castigándolo e intentando hacer que calce con estándares y modas que responden a los intereses del mercado y no a los tuyos. Si amar nuestro cuerpo sigue dependiendo de referencias externas, pasaremos la vida entera insatisfechas y tratando de calzar con algo que ni siquiera nos representa.

Hemos malentendido el tema de “cuidar nuestro cuerpo” realizando actividades y restricciones que actúan desde el castigo, la crítica y la constante reparación por algo que presuntamente “está mal”. Esto acaba convirtiendo nuestro cuerpo en un campo de batalla donde la lucha nunca concluye, envolviéndonos en un ciclo interminable de culpa y autocastigo.

Somos incomparables y únicas, con nuestros cuerpos, historia y personalidad, entonces, no nos definamos a partir de la historia de alguien más, escuchémonos, definamos metas y criterios propios, y empecemos a amar el cuerpo por encima de su forma y peso, cuando comprendamos eso, habremos dado un salto gigante hacia la libertad y el amor propio.

Nótese que hablo en términos de amar y respetar, y no sólo “aceptar”, porque muchas veces caemos en el engaño de que aceptar mi cuerpo significa darme por vencida, no atenderlo y pasar por alto aquellos hábitos que le están haciendo daño, y también, omitir aquellos que le hagan dar su máximo potencial y nos generen mejor calidad de vida.

¡El cuerpo nos permite hacer tantas cosas! es la herramienta de más pronto alcance para lograr lo que deseamos, por eso es tan importante conocerlo, reconocerlo y darle un lugar. Hace falta estar en contacto con él y aprender a escucharlo. Nuestro cuerpo nos dice “calma”, “quiéreme”, “cuídame”, “esto no me gusta” “esto me cae mal”. Démosle esa oportunidad de atenderlo desde el amor.

¿Cómo lo empiezo a amar? Dándole vuelta a los pensamientos saboteadores, sintiendo y pensando desde nosotras mismas; comenzando a cultivar la autocompasión, respetándonos, tratándonos con cariño, y dando pasos hacia los hábitos que sí deseamos incorporar.

Todo esto exige acción, no es sólo leer y darle “like”, es hora de salir y mostrar al mundo quienes realmente somos, no quienes quieren que seamos. Dediquémonos tiempo y hagamos lo que sea necesario para sentirnos bien con nosotras mismas. Vamos un paso más allá, no nos quedemos en lo físico, un cuerpo no nos define, pero una actitud ante la vida sí. Levantémonos cada mañana y dándonos el placer de hacer que cada día sea mejor que ayer.



Melania Orozco Calvo
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