Expresa lo que te duele para sanarte

Melania Orozco Calvo

 


Socialmente hemos sido programados para no expresar: “no me haga berrinche”, “los niños no lloran”, “una niña educada no se enoja”, “el miedo es para las gallinas”,  “contestar es irrespetar a los adultos”, etc. Estas programaciones en los primeros años de vida nos marcar y acompañan el resto de la misma, nos acostumbramos a limitar la expresión a tal nivel que aun siendo adultos no expresamos por temor a la censura, a no ser queridos/as, a no pertenecer o a ser marcados/as como incómodos/as.

Cuando una emoción se guarda, se perpetúa mucho tiempo más, y esto llega a afectar a nivel psicológico y también físico. El arrastre del enojo, de la tristeza, incluso de una felicidad que esté siendo reprimida se convierte en sufrimiento, y el sufrimiento constante se convierte en ansiedad, depresión, adicción, en envejecimiento, etc. Ante esto, el cuerpo buscará la forma de densificar aquello que de otra forma no pudo sacar, y aparecen los síntomas y la enfermedad. 

Es importante recalcar que no somos nuestras emociones, una emoción es un estado pasajero que no representa nuestra totalidad, pero que merece reconocimiento y expresión. Si consideras que estás exagerando o haciendo drama cuando te sientes triste, estás enviando a tu cerebro una señal de represión que no permita mostrar signos de dicha emoción, y ella, es simplemente resultado de alguna circunstancia en un momento dado, así que exprésala, hazla notar, y dale paso. Igualmente, la alegría, el enojo, la frustración: reconoce, expresa y libera.

Las personas que nos rodean, la familia, los amigos, siempre van a hablar y tener su opinión, pero lo que opinen sobre tus emociones responde a sus propios juicios e historia personal, así que has valer tus emociones con respeto y en conciencia que los demás tampoco están en obligación de comprenderlas.

El término de persona tóxica (aparte de que suena muy mal esa etiqueta) suelo asociarla a personas que se han dejado tanto sin expresar, que eso mismo va pudriéndose dentro, volviendo tóxico su organismo, sus pensamientos y sus palabras. Son personas que han cargado tanto con una emoción que se sienten muy mal, y para poder liberarse de eso, hacen sentir mal a los demás, les cuesta transmitir sin dañar. No te hagas daño y dale paso a tus emociones que para algo estarán ahí, para darnos alguna información, para reconocernos y para hacerlas ver.

Puedes expresar y liberar emociones por medio de una acción física como correr, bailar, cocinar; también puedes hacerlo desde el arte, pintando, escribiendo o cantando; busca la forma que mejor se adecúe a tu personalidad, pero no lo dejes dentro. Vas a ver que cuando empieces a expresar tu mente estará con menos ruido, no habrá tantas migrañas ni colitis, disminuirá la artritis y tu espalda estará más libre.

 

 

Melania Orozco Calvo
BioConstelaCR
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